Unas 2.000 entradas gratuitas fueron entregadas en boliches de Canelones y Rocha a quienes pasaron la prueba de cero alcohol antes de ingresar en los primeros 15 días de implementación de “Free Pass”, iniciativa que pretende desestimular la ingesta de este tipo de bebidas en la llamada “previa”. El asesor del Ministerio de Salud (MSP), Gabriel Rossi, consideró exitoso este plan piloto y confía en poder ampliarlo a todo el año.“Estamos gratamente sorprendidos con la llegada que tuvo este planteo entre los jóvenes, con lo efectiva que fue la medida en esta primera quincena del año ,sobre los resultados de la experiencia piloto desarrollada en locales bailables (boliches) de los departamentos de Canelones y Rocha para desestimular el consumo de bebidas alcohólicas en “la previa” a concurrir a estos lugares.
El objetivo es luchar contra la ingesta abusiva de esta droga, especialmente con la mezcla de muchas bebidas y cada vez a más temprana edad.El asesor sobre temas de alcohol del MSP informó que se entregaron unas 2.000 entradas gratuitas a aquellos muchachos y muchachas cuyo control de espirometría dio cero alcohol.Calificó de muy exitosa esta iniciativa surgida de un planteo del MSP, al que se plegó la Junta Nacional de Drogas, la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) y el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay.“Lo interesante de esto es la repercusión mediática que tuvo el tema, la llegada de la propuesta. Dejó de ser algo patrocinado por el MSP y comenzó a verse como una buena idea”.
Rossi narró una experiencia vivida el viernes 5 en un boliche de Atlántida, donde pudo ver una fila de 300 jóvenes que pretendían acceder a 80 entradas gratuitas, que eran las disponibles sin costo para esa noche en ese lugar. Además de visualizarse una superación de la demanda sobre la oferta, lo importante fue que estos adolescentes y jóvenes no habían consumido alcohol antes de llegar al local bailable en cuestión. “Queremos instalar la idea de que para divertirse no es necesario ingerir esta droga”.“Estamos en el proceso de evaluar los números y el impacto global del plan piloto, pero el impacto mediático colmó absolutamente nuestras expectativas”, adelantó.
Añadió que algunos planteos de este tipo a veces son vistos más desde un lado punitivo y este no es el caso. “Fue aceptado de forma natural como algo posible y, además, lo interesante de este proyecto es que los jóvenes obtienen en lo inmediato una gratificación que es la entrada”, sostuvo.La idea inicial eran 100 entradas por noche, pero las predicciones se vieron ampliamente desbordadas en cada jornada. “Esos jóvenes que hacían la fila, todos daban cero alcohol en sangre, es decir que se puede medir el impacto de la propuesta desde la educación sanitaria”, apuntó.
Rossi explicó que ahora el trabajo interinstitucional procura encontrar la forma para implementar esta modalidad a lo largo del año y visualizar si se pueden encarar acciones dentro de los mismos locales de esparcimiento y no solo en la entrada.“Estamos pensando y tenemos algunas líneas de trabajo en ese sentido para avanzar en cómo una persona se divierte dentro del establecimiento y no solo en la previa”, indicó.“Habrá que trabajar con los responsables de los locales para poder diseñar estrategias que sean saludables para todos, que a ellos también les sea rentable desde el punto de vista de su negocio”, señaló el asesor ministerial.
Agregó que los dueños de los establecimientos están muy conformes con la medida, porque esto también reduce los episodios de violencia en el interior del boliche. En la medida que hay menos personas alcoholizadas se minimiza la accidentabilidad y, en ese sentido, confía en que es posible buscar un equilibrio entre la ganancia y el normal funcionamiento del local.“Hay antecedentes al respecto. En 2007, cuando la concentración de boliches en Montevideo se daba en la Ciudad Vieja, se instrumentó un proyecto que tenía que ver con ‘bares responsables’. Pensamos en alguna línea en ese sentido”, dijo.
En cuanto a la repercusión que la propuesta tuvo en el “mundo adulto”, Rossi dijo que aún se está evaluando, pero los primeros indicios indican que fue muy buena. “No hubo críticas importantes y la efectividad de esta campaña tiene que ver con que se daba en un contexto limitado y con resultados en el corto plazo”, sostuvo.Rossi informó que los espirómetros con los que se realizaron las pruebas, aportados por la Unasev, son de alta calidad y que ese organismo además capacitó a los promotores en la realización del control, por lo cual se puede confirmar que las pruebas estuvieron bien realizadas.
El plan piloto “Free Pass: si no tomaste, entrás”. Con esa consigna se llevó adelante el plan piloto propuesto por el MSP para los primeros 15 días de enero en los departamentos de Canelones y Rocha. La iniciativa implicó instalar un móvil para realizar espirometrías en la puerta de los locales bailables.
Aquellos jóvenes que deseaban sumarse, se controlaban y, si el registro daba cero, podían ingresar en forma gratuita al boliche e, incluso, de forma más rápida.
La forma de enterarse de cuáles eran los locales adheridos fue a través de las redes sociales como Twitter, Spotify, Youtube y Facebook. Esto implicó, por ejemplo, un estudio previo de las horas y de los videos que los jóvenes más ven y en ellos se publicaban los mensajes.
Esta campaña fue de bajo costo, ya que no se pautó en medios de comunicación televisivos, más allá de lo que fue la difusión en los informativos.Esta acción es parte de la política que el Gobierno nacional impulsa para hacerle frente al consumo abusivo de alcohol, que incluye la creación de una comisión especializada y la realización de eventos puntuales de concientización y difusión, como el realizado el 15 de octubre en el Palacio Legislativo, liderado por el propio Presidente Tabaré Vázquez.