Tras la conferencia de prensa ante la apertura del “corralito mutual”, Basso dialogó con los representantes de los medios de comunicación sobre el virus zika, el riesgo de su llegada al país y las recdomendaciones que hace la cartera de Salud Pùblica a su cargo en caso de necesidad de viajar a zonas afectadas por la enfermedad. Basso confirmó que el martes 2 de febrero se reunirán en Montevideo los ministros de Salud del Mercosur (Mercado Común del Sur) y de países asociados a solicitud expresa y urgente de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para analizar la realidad epidemiológica que sufren varias zonas de América del Sur, particularmente algunos a los cuales afectan las enfermedades causadas por el dengue, el virus de la chikungunya y ahora el virus zika. “El objetivo es valorar toda la información científica, alguna muy reciente, para tener más elementos”, dijo el ministro, quien insistió: “Estamos ante un contexto regional cada vez más complejo, con alertas a nivel internacional”. “Hace muchos años venimos trabajando en procura de una respuesta comunitaria sostenida para evitar la proliferación del vector del mosquito Aedes aegypti, porque no hay vacunas para estas enfermedades”, recordó. Agregó que la prevención es trabajar sobre este vector que además no se encuentra en los grandes espacios públicos, sino en patios, zonas abiertas y fondos de los domicilios. También valoró que, específicamente, el virus zika no es nuevo, se conoce hace muchos años cuando afectaba al nordeste brasileño, a algunos estados de Colombia y a otros países con clima tropical, pero ahora —seguramente producto del cambio climático y de la movilidad— el virus se fue extendiendo al continente y hoy se encuentra a las puertas de nuestro país.Brasil tenía 150 o 160 casos al año pero se incrementó notoriamente este indicador. Según especialistas, el virus puede afectar a mujeres embarazadas, desencadenar malformaciones fetales y otras afecciones neurológicas. El ministerio recomienda a personas en este estado que no viajen a los destinos más afectados. “Las personas que están cursando un embarazo tomarán su decisión, pero si no es estrictamente necesario, parece recomendable y prudente que valoren la posibilidad de no viajar a esas zonas donde este tema tiene particular importancia”, insistió Basso, con énfasis en quienes cursan el primer trimestre. El jerarca aclaró que las cifras más significativas se registraron en algunas zonas de Brasil, de Colombia y en algunos países de América Central, pese a que hay casos en casi todo el continente americano. Insistió en la prudencia ante la problemática y recomendó otras medidas preventivas como utilizar ropa que cubra totalmente el cuerpo o aplicarse repelente. “Estos mosquitos pican a determinadas horas de la tardecita, pero parece razonable ponerse repelente en todo el cuerpo durante todo el día. En la noche es importante instalar mosquiteros”, explicó. “Tenemos que ser cada vez más cuidadosos porque nuestro país es una excepción. No tenemos casos en humanos de ninguna de las tres enfermedades. Hay muchos quienes dicen que finalmente los tendremos porque parece imposible que, en fronteras tan abiertas como tenemos no se den casos de personas que se trasladen cursando la enfermedad y a las que el mosquito pique y pueda transmitir la enfermedad”, dijo. Basso aseguró que las medidas que hasta ahora se practicaron fueron eficaces, pero es importante mantener la prevención, ya que varios países cercanos a Uruguay se han visto afectados. “El control de fronteras para este tipo de situaciones es muy difícil. Se hacen cosas, hay un reglamento sanitario internacional, hay recomendaciones, seguramente esté en la agenda de trabajo de los ministros el martes, pero en realidad lo que se vio en el mundo, en el acumulado de la experiencia, es que las barreras, por más que sean estrictas es difícil que sean efectivas 100 % por la modalidad de contagio”, sostuvo. El ministro recordó que se realizan fumigaciones en determinadas zonas, pero aclaró que no se pueden concretar en forma masiva, porque los mosquitos se vuelven resistentes a los piretroides. “El Aedes aegypti está instalado, no va a desaparecer, pero es importante controlarlo en términos de cantidad. Si logramos tener una cantidad no demasiado exagerada de mosquitos, los riesgos bajan sustantivamente”, indicó. En cuanto a la preparación de Uruguay para enfrentar posibles casos autóctonos, indicó que el ministerio se maneja con un protocolo que todas las instituciones de salud aplican cuando se despiertan sospechas en pacientes, lo cual puede ocurrir, dado que los síntomas son bastante inespecíficos. La primera medida es aislar a la persona en cuestión para evitar que sea abordada por un mosquito.
El tiempo que permanece en esa situación es el necesario hasta confirmar los análisis paraclínicos. En caso de ser positivo, se prevé su aislamiento hasta que finalice el período ventana de contagio. Basso señaló que no existe un tratamiento efectivo, sino que estas virosis evolucionan con el transcurso de los días. Tampoco hay una vacuna, por lo tanto lo fundamental sigue siendo la prevención, con énfasis en la comunicación y el compromiso de la gente.