En conferencia de prensa realizada este jueves 10 de noviembre en la sede de Ancap, la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, explicó que se trata de un modelo que contempla aspectos conceptuales que se proponen al sector de la distribución y a las estaciones de servicio. El modelo comenzará a aplicarse el año próximo, pero se prevé que atraviese un período de transición de uno o dos años. Agregó que por ahora no existen elementos que aseguren que los cambios se trasladen directamente a las tarifas.
Por su parte, Jara explicó que actualmente el Poder Ejecutivo fija el precio de venta y luego Ancap bonifica a los distintos segmentos de la cadena de distribución secundaria, con una suma anual de 362 millones de dólares. Por año, las estaciones de servicio reciben una bonificación total de 273 millones de dólares, los fletes tienen un costo de 24 millones de dólares y las distribuidoras recaudan como margen de comercialización 64 millones de dólares.
Jara resaltó que el modelo actual garantiza buena cobertura geográfica y la seguridad del abastecimiento; y la empresa Ancap actúa como empresa y reguladora, porque sugiere el precio máximo al Poder Ejecutivo y, a su vez, a través de la distribución, aplica reglas respecto a instalación y traslados.
Según indicó, la medida propuesta por Ancap pretende terminar con la disparidad que existe actualmente entre las estaciones de servicio, ya que todos reciben la misma bonificación, más allá del volumen de venta de combustible que tengan. Asimismo, la jerarca recordó que las estaciones tienen otros negocios, como supermercados, y que desde octubre de 2015 el precio al público de los combustibles no varía aunque las bonificaciones y el valor de los fletes se han ajustado.
Para Jara el nuevo modelo garantiza la equidad, separa el rol regulador del de empresa y propone que el actor que gestiona los costos sea quien los asuma. Ancap venderá en las plantas de distribución a las distribuidoras que administrarán el margen que resulte del precio de venta al público.
Para que el sistema no expulse a las estaciones con menor volumen de venta, se aumentará el monto de la bonificación actual para los primeros 30.000 litros de venta mensuales de cada combustible (nafta y gasoil); se mantendrá el monto actual para las ventas de entre 30.000 y 150.000 litros y se disminuirá el monto para las ventas superiores a los 150.000 litros.
“En conjunto vamos a ver que el ingreso que se vuelca a la cadena de distribución secundaria es 10 % menor que el monto total que se maneja hoy, logrando una reducción de 36 millones de dólares”, afirmó Jara.
Agregó que cerca de 60 estaciones aumentarán sus ingresos en un 5 %, otras 250 estaciones se mantendrán igual y aproximadamente 170 estaciones verán reducido sus ingresos según la venta que tiene cada una.
Una estación que vendía 60.000 litros de combustible al mes y que recibía 294.000 pesos de bonificación al mes, ahora recibirá 308.000 pesos; una estación que vendía 100.000 litros al mes que recibía 490.000 pesos por mes de bonificación ahora recibirá 504.000 pesos, y una estación de las más grandes, con una venta de 400.000 litros por mes, que recibía 1.900.000 pesos por mes, recibirá 1.500.000 pesos por mes.
”Este es el esquema que hemos definido, que conjuga de la forma más equilibrada la reducción de los costos, incorporando más eficiencia y manteniendo las características de la red”, explicó Jara.
"El próximo 8 de diciembre vencen los acuerdos actuales de distribución y este nuevo proyecto deberá incorporarse mediante el diálogo, reconociendo que se deberá trabajar fuertemente para implementarlo a partir del 2017", añadió la titular de Ancap.
Por su parte, la ministra Cosse aclaró que DUCSA aplicará las franjas en sus estaciones, por lo cual las demás distribuidoras deberían negociar con sus propias estaciones de la misma manera bajo la misma lógica. La posibilidad de cambiar de sello también está contemplada en la propuesta. “Este modelo ha sido planeado y pensado y ha introducido cuestiones de equilibrio”, concluyó.