La ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi dialogó en Tacuarembó con los medios de comunicación sobre los primeros resultados del reciente censo que la Secretaría de Estado dispusiera sobre personas en situación de calle.“Yo estuve en el primer período, cuando nació el MIDES, y recuerdo la situación con un dolor tremendo porque estoy segura que aquellos niños de la época hoy tienen problemas. En 2005 existían aquellas ‘bandadas’ de niños de distintas edades que estaban solos en calle y formaban grupos para protegerse y se los encontraba en distintas plazas y lugares públicos”, recordó Arismendi.En ese momento se los llevaba a refugios lo que implicaba trabajar en conjunto con el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU). “Hoy la realidad es otra, no hay ni un solo niño ni niña en la calle, tampoco mujeres embarazadas”, reafirmó. El censo finalizó el pasado martes 21, por lo que los datos aún se están procesando y resta, entre otras cosas, verificar si no se dio superposición de casos, es decir, si no se censó más de una vez a la misma persona, dado que son más de 60 los equipos que salen a la calle a realizar este trabajo.La ministra aclaró que, a diferencia de lo que se hizo en el primer Gobierno del Presidente Tabaré Vázquez y luego en el de José Mujica que era un conteo personas, en la actual administración del MIDES se desarrolló un censo de población. “Es difícil comparar cifras porque ya no se contabilizaba cantidad de personas sino que ahora las brigadas de tres trabajadores del ministerio entrevistaron a unas 500 personas que accedieron a responder las consultas. Tenemos mucho más que el dato mujer en calle u hombre en calle. Sabemos qué edad tiene, qué circunstancias de vida, y toda esa información la tenemos que procesar y cruzar los datos para, entre otras cosas, saber si hay más o menos personas viviendo en la calle”, añadió. Arismendi confirmó que es otro el perfil de la población que vive en calle y duerme en refugios (cuando aceptan trasladarse).“Hoy no tenemos familias en esta situación, por ejemplo por lanzamiento de la vivienda en la que residían; las mujeres con niños están en refugios de 24 horas con un proceso de salida que se está procurando”, explicó. La idea es que la mujer con sus hijos pueda tener una vida más autónoma, lo que implica resolver el tema de la vivienda y el trabajo. “Ojalá tuviéramos una vivienda para cada una de esas 300 y tantas mujeres que están solas con sus niños. No, pero estamos trabajando en este proceso porque aspiramos a que el refugio de 24 horas sea un lugar de pasada, más corto o más largo el período, pero de pasada hacia la autonomía”, agregó. Los casos que se registran de personas en situación de calle, en su mayoría tienen que ver con problemas vinculados a la salud mental y al consumo problemático de drogas. En este sentido, la jerarca destacó la labor conjunta que se realiza en el  marco del programa “Intercalle” que lo componen el MIDES, institución que aporta todo lo que tiene que ver con el refugio (techo, cama limpia, lavadora, alimentación y chequeo de salud), la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) que se encarga de los temas sanitarios a nivel mental, el Ministerio del Interior (MI) a través de la Dirección del Liberado, la Red de Drogas es decir el dispositivo de atención de personas con consumo problemático de sustancias, el Ministerio de Defensa Nacional que se encarga de la alimentación y los Centros Departamentales de Emergencias. “Cuanto más juntos pensemos y actuemos como sociedad organizada, mejor”, enfatizó Arismendi.