En el marco de la gestión y eliminación de las sustancias químicas comprendidas en el Convenio de Estocolmo, Uruguay, a través del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, inició un proceso de revisión y actualización de sus acciones definidas para la gestión y eliminación de contaminantes orgánicos persistentes y existencias obsoletas. Estos contaminantes son sustancias químicas orgánicas que combinan las características de permanecer en el ambiente por años y acumularse en los tejidos grasos de los seres vivos, incluyendo al hombre, son tóxicos y pueden transportarse a largas distancias hacia regiones donde nunca fueron usadas o producidas.
La comunidad internacional buscó generar una respuesta global, urgente, para reducir y eliminar su liberación en el ambiente, de lo cual nació el Convenio de Estocolmo. Su objetivo primordial es proteger la salud humana y el ambiente frente a los compuestos orgánicos persistentes. En este marco, el viernes 24 de junio se lanzó el proyecto Revisión y Actualización del Plan Nacional de Aplicación del Convenio de Estocolmo en Uruguay, a partir de un acuerdo de cooperación entre el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el ministerio.
El proyecto es financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y cofinanciado por la secretaría de Estado; permitirá al Uruguay cumplir con el artículo 7 del Convenio de Estocolmo, que implica: revisar el avance del primer Plan Nacional de Aplicación uruguayo (2006) e incorporar actualizaciones vinculadas a la gestión de las nuevas sustancias listadas al convenio en estos años. Entre las acciones proyectadas se incluye revisar las medidas adoptadas y su efectividad; evaluar las capacidades nacionales para profundizar en la eliminación de nuevas sustancias prohibidas por el convenio; generar nuevas estrategias y alianzas con sectores y organismos vinculados al tema de sustancias químicas, tanto a nivel nacional como regional.La administración del proyecto que se prolongará por un año será efectuada por el Centro Regional del Convenio de Estocolmo para América Latina y el Caribe con sede en nuestro país.
Uruguay firmó este Convenio en mayo de 2001 y lo ratificó por Ley 17.732 de 31 de diciembre de 2003. El Convenio de Estocolmo entró en vigor el 17 de mayo de 2004 y en la actualidad 180 países están adheridos. Entre las obligaciones asumidas está la elaboración de un Plan Nacional de Aplicación del Convenio y Uruguay presentó su primer plan ante la Secretaría en mayo de 2006.A partir del año 2009 se incorporaron al convenio una serie de nuevas sustancias químicas, lo que exige una revisión y readecuación de los planes nacionales de implementación en los países parte. La conformación de este plan fortaleció el conocimiento de la situación país, se identificaron y resolvieron situaciones problema y se dio inicio a nuevos procesos de coordinación interinstitucional, involucrando a todos los sectores de la sociedad. Los laboratorios nacionales fueron capacitados en la conveniencia y las consecuencias de utilizar ciertos productos.