“Sabemos que la inversión es el eslabón que arrastra a todos lo demás, pues sin ella no hay producción, empleo, ingresos ni capacidad para hacer políticas públicas a favor de la redistribución”, dijo el presidente del Banco Central, Mario Bergara. El Gobierno ha tomado medidas con el régimen de promoción de ingreso de capitales productivos en procura de reactivar el empleo, tanto desde el ámbito público como privado”, añadió.
Bergara indicó que Uruguay vive el impacto de la dinámica tecnológica, en el que muchos sectores de la economía registran un proceso de crecimiento en base a la incorporación de automatización o de robótica, que no siempre van de la mano del aumento del empleo.
Explicó que esa situación tiene un lado positivo y es el incremento de la productividad, que permite, a largo plazo, mejoras de bienestar de la sociedad uruguaya. Las transiciones generan dificultades y fricciones, que desafían a las políticas públicas, complementó.
Otro de los factores de desafío detallado por el funcionario fue la reactivación del proceso inversor, sobre todo a partir de los cambios en el régimen de promoción de inversiones que se hicieron en 2006 a través de una nueva reglamentación.
El presidente del Banco Central del Uruguay indicó, además, que, en ese contexto, Uruguay pasó de tasas de inversión que eran del orden de 13 % o 14 % respecto del producto interno bruto a 20 % y 22 %. Actualmente, ese indicador se ubica entre el 18 % y el 19 %.
“Sabemos que la inversión es el eslabón que arrastra a todos los demás, pues sin ella no hay producción, empleo, ingresos ni capacidad de hacer políticas públicas a favor de la redistribución, por lo tanto, reactivar el proceso inversor es otro desafío relevante”, señaló.
Enfatizó que el Gobierno ha tomado medidas en cuanto al régimen de promoción de inversiones, que procuran la reactivación del empleo, con expectativas en cuanto a la inversión pública y los procesos publico-privados.
Bergara precisó que las inversiones son para venderle al resto de América Latina y el mundo, lo cual contribuye a la construcción de una plataforma de cierta estabilidad.
“Miramos mucho más el mundo que antes y estamos dependiendo bastante menos de la región que antes”, apuntó.
También dijo que parte de la plataforma de estabilidad tiene relación con la diversificación de los intereses de Uruguay en el mundo y de una inserción que debe ser lo más conveniente posible en el marco de acuerdos comerciales, financieros y de inversiones. “Si tenemos más posibilidades comerciales, vamos a recibir más inversiones”, abundó. La estrategia tiene que adecuarse a esa realidad, agregó.
Bergara sostuvo que todo acuerdo bilateral o multilateral significa obtener y resignar, pero Uruguay tiene mucho para ganar en el proceso de inserción global. Aclaró que parte de la estrategia fue la diversificación a nivel comercial y financiero y la reducción del peso en la región en las exportaciones nacionales.