El hall de ingreso de la Torre Ejecutiva presenta la muestra artística protagonizada por 22 jóvenes que hoy reciben tratamiento residencial en Centro Regional El Jagüel de Maldonado, perteneciente a la Red Nacional de Atención en Drogas (RENADRO). El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera, señaló que se trata de “una actividad que no tiene nada de protocolar y mucho de esencia, sentimiento y proceso”.
Luego de varios meses de itinerario por el Este del país, llegó a Montevideo la Muestra del Taller Super-Arte del Centro Regional El Jagüel de Maldonado. Permanecerá expuesta en el hall de ingreso de la Torre Ejecutiva hasta el 30 de noviembre. Se trata de esculturas y pinturas realizadas por los 22 jóvenes que hoy reciben tratamiento residencial en este centro perteneciente a la Red Nacional de Atención en Drogas (RENADRO).
Al inaugurar la muestra, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera, señaló que se trata de “una actividad que no tiene nada de protocolar y mucho de esencia, sentimiento y proceso”. Recordó que El Jagüel se encuentra próximo a cumplir diez años de trabajo en Maldonado “pero se ha ido conformando en una referencia no solo para la región Este del país, sino para otros actores que trabajan a nivel de tratamiento para usuarios de drogas, a nivel nacional e internacional”.
Subrayó que el dispositivo combina voluntad de trabajo con la experiencia de instituciones como la Intendencia de Maldonado, la Junta Nacional de Drogas y la Administración de Servicios de Salud del Estado, que aporta técnicos y conocimientos y se conforma un “esquema de trabajo que denominamos RENADRO y es una red nacional de atención a personas con distintos niveles de problemas en el uso de drogas”.
Olivera recordó: "Hace poco tiempo, la creencia era que a las personas con problemas de adicciones había que, poco menos, encerrarlas y excluirlas de la sociedad. Nosotros entendemos justamente lo contrario”. Añadió que quienes desarrollan un consumo problemático son, ante todo, personas y requieren que no se los estigmatice ni se los criminalice, sino que les ofrezca oportunidades de expresión y aprendizaje.
Destacó el vínculo humano que se vivencia en ese centro por parte de los profesionales y técnicos que desarrollan tareas de atención y tratamiento, lo que contribuye a “construir procesos de superación de los problemas en las adicciones pero también de inclusión social tan importante como el aspecto sanitario”.
Enfatizó en la importancia de saber que a lo largo y ancho del país existe una red de atención para quienes atraviesen esta problemática.
Centro Regional El Jagüel Dispositivo de tratamiento, para personas entre 14 y 29 años, integrante de la Red Nacional de Drogas (RENADRO), ubicado en el departamento de Maldonado. Ofrece atención y tratamiento de la problemática de drogas a la región Este del país: Maldonado, Rocha, Lavalleja, Treinta y Tres, Cerro Largo. Ofrece régimen residencial, sistema diurno y ambulatorio.
Su directora, Tatiana Scavone explicó que El Jagüel cuenta con una red dentro del departamento con las diferentes policlínicas de la zona. Se realiza captación, seguimiento, tratamiento y “un porcentaje de esos usuarios que concurren a la red de salud, son quienes ingresan a El Jagüel”.
Señaló que son personas que por sus características no pueden sostener un tratamiento externo y participan de la modalidad de internado. El período de residencia se extiende por tres meses en promedio y a partir de un cronograma preestablecido por el equipo multidisciplinario, los jóvenes participan de las diferentes actividades y desarrollan un tratamiento. En el dispositivo reciben atención sanitaria clínica y mental y trabajan sobre habilidades para la vida. Scavone explicó que se valora la habilidad de cada usuario para su trabajo en los diferentes talleres de arte, música y gastronomía, entre otros.
Super-Arte El docente del Taller Super-Arte, Oscar Calistro, explicó que dentro de la labor de este espacio de creación “una de las primeras cosas es empezar a recuperar los sentimientos y lazos familiares” y añadió “que empiecen a encontrar, a través de las piezas escultóricas o en la pintura, lo que ellos quieran decir”.
Explicó que el nombre del taller implica “superarse a uno mismo, no solo una adicción sino todo lo que es la vida”. Valoró la importancia de que los jóvenes puedan ver su obra expuesta y reiteró una idea que siempre lo acompaña: que el objetivo no es que sean artistas sino seres creativos. Dentro del taller se trabaja con materiales como cerámica, madera, mármol, pintura y explicó que el mármol de las obras es donado por el artista Pablo Atchugarry y es de Carrara.