En la llamada temporada de cruceros, que se extendió de noviembre a abril pasado, arribaron 56 buques a Punta del Este y 105 al Puerto de Montevideo, informó el Ministerio de Turismo.De ese total de embarcaciones de gran porte descendieron en ambos puertos unos 319.000 pasajeros y tripulantes, que gastaron más de 11,1 millones de dólares, lo que equivalen a un promedio de 35 dólares por persona. Se calculó que el número de descendidos representó 75 % de la ocupación total de esos buques, una cantidad considerada “alta” por las autoridades. Los datos fueron presentados el miércoles 6 en una conferencia encabezada por la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, acompañada del subsecretario Benjamín Liberoff, su par del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Jorge Setelich, y del vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos, Daniel Montiel.
Las cifras de esta temporada equivalen a una merma, respecto de la anterior, de 6,4 % de los atraques registrados en ambos puertos y de 4,1 % en la cantidad de pasajeros descendidos. Sin embargo, la variación del gasto total aumentó 1,8 % y el gasto por persona 6,4 %.La ministra Kechichian reconoció que los puertos uruguayos fueron afectados por la retracción del número de cruceros destinados a la ruta que comprende ciudades de Brasil y Argentina. Lo atribuyó, entre otras razones, a las excesivas tarifas portuarias de Buenos Aires, que las nuevas autoridades asumidas luego del cambio de gobierno el 10 de diciembre procuran revertir. Eso desestimuló a las compañías de cruceros llegar hasta estas costas y reforzar los servicios en Medio Oriente y Asia.
El Área de Investigaciones y Estadísticas del Ministerio de Turismo difundió también el miércoles los resultados de 2.090 entrevistas a grupos de viaje de 65 % de los buques que arribaron a Montevideo y 1.348 entrevistas a 35 % de los que recalaron en Punta del Este. Funcionarios del área señalaron que, del total de los cruceristas que visitaron Montevideo, el principal contingente provino de Brasil, con 83.300 personas que gastaron casi 3,1 millones de dólares, seguido de Argentina con 39.700 y un gasto de 1,1 millones así como de Estados Unidos y Canadá con 28.800 y poco más de 1,3 millones de dólares. A ellos se suman cruceristas de otras procedencias y con menor promedio de gasto.
En tanto que las mujeres de entre 45 y 59 años constituyeron el principal grupo en cuanto a distribución por género y edad, al totalizar 39,5 % de los cruceristas que bajaron en Montevideo. De los turistas consultados, 20,7 % expresó que le gustó “todo” de Montevideo, 19,7 % los convenció la “cordialidad de su gente” y 16,9 % la “arquitectura” y los “monumentos”.En tanto, 65,5 % de los pasajeros en barcos cruceros llegados esta temporada a Montevideo señalaron que “nada” les desagradó durante su estadía y el resto dijeron que les resultó negativo a algunos el nivel de los “precios”, a otros la falta de “limpieza” y también las “tiendas comerciales” cerradas.
El 71% de estos turistas dijeron en que por primera vez visitaban la capital uruguaya.Entre quienes descendieron en Punta del Este, 48.800 brasileños gastaron 1,3 millones de dólares, los argentinos sumaron 40.227 y dejaron 853.000 dólares, y los estadounidenses fueron 19.300 que aportaron 842.000 dólares.Al igual que en Montevideo, las mujeres de entre 45 a 59 años constituyeron el principal grupo.
Consultados sobre los motivos de agrado durante su breve estadía en el principal balneario uruguayo, 24 % manifestó “todo”, “playa y rambla” fue identificado por 23,9 % de los consultados y “cordialidad y gente” lo hizo en 11,7 % de los casos.Ante la pregunta sobre los motivos de desagrado, 72,6% afirmó que “nada” y en el caso del 27,4 % restante se identifican los “precios”, citados por 15,2 % de los consultados. El 69,5% de los sondeados dijo que visitaba Punta del Este por primera vez.
Liberoff destacó la consolidación de Montevideo como puerto de recambio de pasajeros.En ese sentido, dijo que, además de uruguayos, también se embarcan en este puerto pasajeros de Paraguay, de Argentina y del sur de Brasil. Aseveró que la actividad de cruceros es un “factor de promoción excepcional” del país.