El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, estuvo presente este jueves 17 en la base aeronaval n.º 2 Carlos Curbelo, en Maldonado, donde la Armada Nacional recibió un helicóptero para rescate, protección ambiental, traslados sanitarios y patrullaje naval. El vehículo es un Agusta Bell AB-412. En diciembre llega al país otro de iguales características. El Gobierno invirtió 6 millones de dólares en ambos
Acompañaron a Lacalle Pou los ministros de Defensa Nacional, Javier García, y de Turismo, Germán Cardoso; el comandante en jefe de la Armada, Jorge Wilson; el subsecretario de Defensa Nacional, Rivera Elgue, y el director de Inteligencia y Estrategia del Estado, Álvaro Garcé.
También estuvieron presentes el intendente de Maldonado, Jesús Bentancur; el comandante de la Aviación Naval, Nicolás Sanguinetti; el comandante de la flota, Otto Gossweiler, y el embajador de Italia, Giovanni Batista Ianizzi.
La adquisición de equipamiento para las Fuerzas Armadas es parte de una política de Estado, iniciada en el anterior gobierno y que continúa en el actual, destacó en rueda de prensa el ministro de Defensa. “Es una buena forma de interpretar lo que deben ser las inversiones en materia de defensa”, añadió.
El jerarca explicó que estos helicópteros servirán al país en tareas de rescate y protección de la vida humana en el mar, protección medioambiental, traslados sanitarios y custodia de la soberanía marítima.
En diciembre llegará otro helicóptero, con idénticas características, ya que se trata de una compra conjunta valuada en unos 6 millones de dólares, que también incluye la capacitación de los pilotos y repuestos.
Se trata de aeronaves que pertenecían a la guardia costera italiana, estuvieron en servicio hasta el año 2015 y luego fueron enviados a la empresa que se encargó del servicio de mantenimiento preventivo y correctivo para su puesta a punto. Aseguran 13 plazas, además de piloto y copiloto, y 4 horas de autonomía en vuelo. También disponen de radar de búsqueda y cámaras infrarrojas, entre otras prestaciones.
Sanguinetti indicó que ambas aeronaves devolverán al país múltiples capacidades operativas de necesidad real. Dijo que en aguas jurisdiccionales uruguayas navegan unos 300 buques, lo que representa un número cercano a 5.000 personas que se trasladan diariamente en esas aguas y pueden requerir evacuación o asistencia por parte de la Armada Nacional.
En el país hay unos 200.000 kilómetros cuadrados de superficie marítima, por lo que los helicópteros serán un vector fundamental ante posibles derrames de hidrocarburos, ya que son capaces de cargar los dispersores de la Armada y colaborar así en el combate a este tipo de siniestros, agregó.