La confirmación de un caso importado de chikungunya, el aumento de visitantes, la gran cantidad de uruguayos que viajan a Brasil y los altos niveles de infestación del mosquito transmisor, el Aedes aegypti, hacen que el Ministerio de Salud Pública (MSP) reafirme la necesidad de extremar medidas de prevención y estar alerta para evitar el desarrollo de contagios autóctonos de esa enfermedad, de dengue y zika.
El Ministerio de Salud Pública informó que durante 2016 midió la cantidad de mosquitos por domicilio y registró resultados muy altos en todo Uruguay, en especial en los departamentos con mayor densidad poblacional como Montevideo, Canelones, Maldonado y los del litoral oeste.
Esa realidad, sumada al estado climático, con un verano muy caluroso y lluvioso que favorece el estancamiento de agua consolidó la situación de alerta y precaución.
La ministra interina, Cristina Lustemberg, recordó que dengue, zika y chikungunya existen porque existe el mosquito. “Debemos redoblar los esfuerzos en los cuidados a nivel domiciliario para evitar todas las formas de crecimiento y de reproducción del Aedes, el descacharre es fundamental, es la medida de mayor impacto”, indicó.
“Son enfermedades de fácil propagación, que desbordan los sistemas de salud, razón por la cual hay que ser muy cautos y saber que en un bajo porcentaje pueden tener consecuencias fatales”, sostuvo.
El referido ministerio realiza una vigilancia epidemiológica exhaustiva con todos los casos sospechosos. Hasta ahora ha estudiado varios posibles casos de dengue y zika, pero ninguno fue confirmado. También trabaja con los prestadores de salud, a fin de capacitarlos respecto al reconocimiento de los síntomas y diagnósticos para estar preparados ante una eventual epidemia.
Entre las recomendaciones, la secretaría de Estado destaca el uso de repelentes, tanto en la piel como en la ropa, siempre que quien se lo aplique se encuentre a la intemperie.
El repelente de mosquito no se debe aplicar directamente en el rostro. Se recomienda rociar las manos y luego frotarlas sobre la cara, evitando ojos y boca. También debe evitarse la aplicación sobre heridas o cortes. En cuanto a los bebés, el Ministerio indica que se les puede aplicar a partir de los seis meses de edad.
En el caso de personas que viajan a lugares donde se registraron estas enfermedades, como es el caso de Brasil, Salud Pública recomienda la utilización de repelente por lo menos hasta los 20 días siguientes a su retorno, como forma de evitar la propagación de la enfermedad si hubiera contraído el virus.
Además sugiere dormir en lugares protegidos por tejidos mosquiteros, usar ropa de colores claros y cubrir lo más posible el cuerpo, sobre todo al amanecer y al atardecer.
En el mismo sentido, insta a eliminar el agua estancada de los lugares donde los mosquitos se reproducen, tales como viejos contenedores, floreros, jaboneras, recipientes donde se colocan cepillos de dientes, juguetes, macetas vacías y neumáticos usados.
En el caso de las mujeres embarazadas, les recomienda expresamente que no viajen a los lugares donde la prevalencia y la incidencia del zika es muy alta por las alteraciones que puede ocasionar en el feto