La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) asiste a 66.000 usuarios en Maldonado, es el segundo prestador de ese departamento, con un 40 % de usuarios del Fondo Nacional de Salud. Entre 2010 y 2018, la cantidad de afiliados se incrementó en 35 %, que es el doble del crecimiento poblacional de ese departamento del sudeste uruguayo.
En todas las localidades de Maldonado hay un servicio de ASSE, con especificaciones en función de la cantidad de población y sus necesidades. Las policlínicas funcionan todo el año, incluso las que están próximas a las playas, pero en la temporada estival los centros de atención primaria incrementan su labor en función de la demanda de visitantes que se suman a los usuarios locales, lo que hace aumentar la cantidad de consultas de urgencia en casi 20 %.
En el caso de José Ignacio, el servicio funciona de lunes a sábado en horas diurnas durante todo el año y en temporada estival se agregan servicios los domingos, con el apoyo de prestadores privados de la zona, producto de un convenio de complementación. Esa policlínica cuenta con un médico, un enfermero y un chofer de ambulancia especializada disponible para ese centro. En caso de requerirse un traslado, se realiza al centro de referencia más próximo en la ciudad de Maldonado, distante 35 kilómetros.
También al este del arroyo Maldonado funciona la policlínica del balneario Buenos Aires, de lunes a viernes. Alberti explicó que en toda esa zona ASSE atiende al 100 % de la población, ya que es el único prestador. Los residentes permanentes son un par de centenares, pero en temporada veraniega, además de los turistas, se radican muchos trabajadores zafrales.
En tanto, en la policlínica de Piriápolis funcina una puerta de emergencia las 24 horas del día todo el año y un servicio de policlínica. En Solís y en Punta Negra se realizan rondas rurales, es decir, un equipo de salud va a esos lugares a trabajar con la población que reside todo el año.
Alberti aclaró que, si bien en verano aumenta la demanda de atención por parte de turistas, los residentes permanentes no asisten tanto a las policlínicas a no ser por una situación de emergencia o enfermedad aguda, por lo cual dejan espacio disponible en las agendas médicas.
“Los que viven todo el año planifican sus controles en salud para fechas previas o posteriores a la temporada de verano, porque además muchos de ellos trabajan en forma activa en la zafra”, agregó. Más allá de ese mecanismo que permite optimizar el uso de los recursos, en esa época también se incrementa la cantidad de funcionarios, sobre todo de enfermería.