TRUMP, PRESIDENTE DE LOS EEUU

El polémico magnate se impuso a Clinton, favorita en las últimas encuestas, gracias a su victoria en los estados claves. El republicano Donald Trump sorprendió al mundo al vencer a la favorita Hillary Clinton en la carrera por la Casa Blanca, poniendo fin a ocho años de Gobierno demócrata y encaminando a Estados Unidos por un sendero nuevo e incierto El magnate de bienes raíces y ex conductor televisivo despertó el enojo entre los políticos tradicionales de Washington tras derrotar a Clinton, cuyo brillante currículum incluye roles como primera dama, senadora y secretaria de Estado.

El presidente Barack Obama, que hizo una dura campaña contra Trump, lo llamó por teléfono el miércoles temprano para felicitarlo por su victoria electoral y lo invitó a la Casa Blanca para una reunión el jueves. "Asegurar una transición de poder suave es una de las máximas prioridades del presidente señaladas a principios de año y el próximo paso es una reunión con el presidente electo", indicó la Casa Blanca. Ante la preocupación de que la victoria del republicano cause incertidumbre económica y política, los inversores huían de los activos riesgosos.

El dólar, el peso mexicano y las acciones globales cayeron el miércoles, pero el temor a una agitación similar a la que privó de billones de dólares a los mercados tras el "Brexit" en junio no se ha materializado todavía. Tras ir detrás de las encuestas durante meses, Trump se apuntó una sorpresa mayúscula y se aseguró los 270 votos electorales necesarios para ganar, triunfando en estados clave donde suelen decidirse las elecciones presidenciales en Estados Unidos .Su mandato de cuatro años comienza el 20 de enero.

Trump apareció junto a su familia temprano el miércoles ante sus seguidores, que festejaban en el salón de un hotel en Nueva York, y dijo que es hora de curar las heridas y hallar terreno común tras una campaña que expuso las profundas diferencias entre los estadounidenses. "Es hora de que nos unamos como uno", dijo Trump. "Seré el presidente de todos los estadounidenses". El republicano informó que había recibido una llamada de Clinton para felicitarlo por su victoria y la elogió por su servicio y por pelear duro en la carrera presidencial.

Sus comentarios fueron un cambio abrupto a la retórica de campaña, durante la que acusó reiteradamente Clinton de ser "deshonesta", y fueron realizados en medio de cánticos de "enciérrala" de sus seguidores. No obstante, su jefa de campaña, Kellyanne Conway, no descartó la posibilidad de nombrar un fiscal especial que investigue la conducta pasada de Clinton, una amenaza que lanzó Trump en uno de los debates electorales. Los republicanos también mantuvieron el control del Congreso. Las cadenas de televisión proyectaron que el partido retendría mayorías en el Senado -de 100 escaños- y en la Cámara de Representantes, donde se renovaban los 435 asientos legislativos.

Pese a perder la batalla electoral de los estados que deciden la carrera presidencial, Clinton aventajó por escaso margen el voto popular a nivel nacional, según recuentos de los medios. Sería la segunda vez en 16 años que un demócrata pierde la presidencia pese contar con más votos, algo que ya ocurrió en el 2000 con Al Gore y el republicano George W. Bush.

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