El Poder Ejecutivo envió a la Asamblea General un proyecto de ley con el fin de aprobar el Anexo VI al Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, denominado “Responsabilidad emanada de emergencias ambientales” adoptado en el marco de la XXVIII Reunión Consultiva del Tratado Antártico celebrado en la ciudad de Estocolmo, Suecia. El secretario general del Instituto Antártico Uruguayo, Albert Lluberas explicó que la aprobación del anexo implica continuar con el compromiso de la protección del medio ambiente, en relación con la responsabilidad por los posibles daños ambientales.Según la documentación, el Anexo VI se aplica a “las emergencias medioambientales en el área del Tratado Antártico, relacionadas con los programas de investigación científica, turismo y demás actividades gubernamentales y no gubernamentales en el área de dicho tratado”.
De acuerdo con el Protocolo sobre Protección de Medio Ambiente, las partes deben “elaborar normas y procedimientos relacionados con la responsabilidad derivada de daños provocados por actividades que se desarrollen en el Área del Tratado Antártico”. Lluberas agregó que los países miembros deberán comprometerse a implementar un plan de respuesta en caso de contingencias en sus operaciones. Destacó especialmente las actividades vinculadas a los operadores turísticos tanto públicos como privados."La aprobación de este anexo asegura un marco de actuación con una serie de obligaciones para cumplir la operación en forma ambientalmente eficiente y segura", subrayó LLuberas.
De los 29 países con calidad de miembros consultivos (52 adhieren al Tratado Antártico), doce ya han aprobado el anexo. Existe una tendencia creciente a que en los próximos años todos los países lo aprueben. “Uruguay está en ese camino”, adelantó.Con respecto a la situación de Uruguay, LLuberas aseguró que el país cumple con las acciones de respuesta establecidas y con el cometido principal de asegurar la protección del medio ambiente.La Base Científica Antártica Artigas (BCAA) opera en el continente antártico desde hace 30 años. “Estamos operando en forma segura y nunca hubo incidentes”.
