En los tres primeros meses del año no se registraron casos autóctonos ni importados de dengue, zika o chikungunya, aseguró el director de Salud, Jorge Quian. Agregó que es una señal de que la población cumple con acciones preventivas contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor de las enfermedades, y llamó a no bajar la guardia, sobre todo en Semana de Turismo, cuando muchas personas viajan a países donde circulan esos virus.

Explicó que esta “buena noticia” se debe a la respuesta de la población ante las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública (MSP) y dijo que es fundamental seguir en esa postura, sobre todo, ante la  proximidad de Semana de Turismo, cuando muchos uruguayos se desplazan por todo el territorio el país o hacia lugares del exterior donde se registran casos de dengue y zika.

Ante ello, Quian recomendó que, de presentarse síntomas como fiebre, malestar, dolor articular y manchas en la piel al regreso del viaje, consulten al médico. “Queremos seguir teniendo estos buenos números”, indicó.

“La preocupación está centrada en que el Aedes aegypti se mantiene en circulación en los países vecinos”, dijo el jerarca, quien aclaró que en Brasil disminuyeron los casos en forma notoria  en comparación con otros años, debido a comportamientos ecológicos. “Hay que tener la guardia en alto todo el año, pues las larvas del mosquito siguen estando. Si se las combate en invierno, habrá menos circulación en el verano”, agregóen rueda de prensa en el MSP.

En otro orden, pero haciendo referencia sobre todo a quienes viajen a países limítrofes en Semana de Turismo, Quian realizó recomendaciones respecto a la fiebre amarilla. Dijo que se deben vacunar solo quienes viajen a zonas selváticas o realicen turismo aventura, no así quienes se desplacen a ciudades limítrofes. Según indicó, la dosis empieza a generar efecto a los 10 días de aplicada.

Asimismo, el director de Salud aclaró que no cambió la política de indicación de la vacuna contra la fiebre amarilla en Uruguay para los viajeros al exterior, porque no cambiaron las condiciones de los países limítrofes en relación con la enfermedad. En Brasil la fiebre amarilla se mantiene en las zonas selváticas y no es transmitida por el Aedes aegypti, mosquito que se encuentra en las ciudades, sino por otro insecto